sábado, 6 de julio de 2013

CANCHIS Y CANAS EN LA COLONIA

 


Kanchi
En la formación de la provincia de Canchis, vemos que a través de la  historia los pueblos de los Canas y los Canchis siempre estuvieron ligados. Sobre los Canchis y los Canas, Cieza de León dice (*) …“Al sur están los canches, que son indios bien domesticados y de buena razón, faltos de malicia, y que fueron siempre provechosos para el trabajo… los pueblos que tienen no son más ni menos que los de sus vecinos, y así andan vestidos y traen por señal en la cabeza unas trenzas negras que les viene por debajo de la barba… en toda la tierra de estos Canches se da trigo y maíz y hay muchas perdices y cóndores, y en sus casas tienen los indios muchas gallinas, y por los ríos toman mucho pescado, bueno y sabroso… Luego de los Canches, se encuentra la provincia de Canas, que es otra nación de gente, y los pueblos de ellos se llaman en esta manera: Hatuncana, Chicuana, Horuro, Cacha, y otros que no cuento. Andan todos vestidos, y lo mismo que sus mujeres, y en la cabeza usan ponerse unos bonetes de lana, grandes, muy redondos y altos… en toda esta comarca de los Canas hace frio, y lo mismo en los Canches, y es bien proveída de mantenimientos y ganados. Del pueblo de Chicuana, que es de esta provincia de los Canas, hasta el de Ayavire habrá como quince leguas…”
(*) Fragmentos Cap. XCVII y XCVIII de “La Crónica del Perú” Pedro Cieza de León.

Recogemos una versión mucho más completa sobre el origen de los Canchis, de los estudios realizados por el historiador Manuel Jesús Aparicio Vega “Los Canchis eran de una estatura mediana, muy atrevidos, audaces”, dice una descripción anónima refiriéndose a la época incaica y publicada en el antiguo Mercurio Peruano; “indios bien domésticos y de buena raza, faltos de malicia”, opina Cieza de León, gustaban de la soledad, eran muy taciturnos, agrega Markham, no tienen honra ni pompa, aunque es verdad que algunos de los señores se muestran soberbios con sus naturales y los tratan ásperamente. Hablan un dialecto del quechua llamado Canchecana, dice Guaman Poma y en sus “ríos toman mucho pescado, bueno y sabroso…  Así andan vestidos y traen por señal en las cabezas unas trenzas negras que les viene por debajo de la barba”, siempre fueron provechosos para trabajo, especialmente para sacar metales de plata y oro. Guaman Poma dice que Tinta fue región minera de importancia. Sus pueblos, dice Cieza, son ni más ni menos que las de sus vecinos. En señalados tiempos del año celebran sus fiestas teniendo para ello sus días situados. En los aposentos de los señores tenían sus plazas para hacer sus bailes y donde el señor comía y bebía.  “En sus amores el inca tenia preferencias por las señoras principales de los Collasuyos, Canchis y Pacajes, por cuyo motivo frecuentemente visitaba dichos lugares”, muchas grandes señoras del Collasuyo han sido de origen de los Canchis. Sus cementerios eran semejantes a los de los Incas, construían Machais de piedra y escondrijos en las alturas para sus muertos. Para enterrar a estos indios, dice Guaman Poma, primero los visten, luego de llorarle desde el primer día; el quinto día los entierran sentados con muchas vestiduras, vajillas de oro, plata y barro. Si el indio fue pobre, los otros indios e indias les llevaban y mandaban alimentos que eran recibidos por el padre, madre, hermanos, parientes y amigos, siendo generalmente lo que enviaban además de los alimentos chicha o agua, oro, plata, vajilla, ropa y otras cosas más que eran enterrados juntamente con el cadáver a los cinco días en la forma como se ha indicado.
 

Chuko de Canas
Los Canas eran pastores, orgullosos, prudentes y melancólicos, vestían ropas de colores oscuros, “en la cabeza usaban ponerse unos bonetes de lana grande, muy redondos y altos”. Dice Cieza “El nombre de los Canas parece que alude al volcán que se descubre en el sitio de Raqchi, inmediato a San Pedro de Cacha, porque la voz Cana significa incendio”. Los Canas construían sus aldeas en sitios de posición natural fuerte. Antes que los Incas los señoreasen tuvieron en los collados fuertes según Cieza, sus pueblos de donde salían a darse guerra; después los bajaron a lo llano haciéndolo  concertadamente. Los principales pueblos de los Canas, eran Hatun Cana, Chicuana, Horuro, Cacha y Lurucachi; en toda esta comarca de los Canas hace frio y lo mismo en los Canchis…, guardan y tienen unas mismas costumbres , y son bien proveídos de mantenimiento y ganados , a mas de sus rebaños cultivan papas y ocas, sus fiestas, dice Markham, consisten en danzas y cantos, su principal canto al poderoso, este canto se hace dice Guaman Poma, acompañado por el tambor, y en las voces de las señoras y doncellas. Sus sepulturas eran iguales a los de Canchis. En la comarca de estos Canas hubo un templo al que llamaban Aconcagua, en Coporaque cerca de Pichigua, en donde sacrificaban conforme a su ceguedad. Larrea erróneamente unas veces llama Aconcagua al de Cacha y otros al de Vilcanota, siendo su verdadera ubicación a cinco leguas de Coporaque (Espinar). Según Cieza al templo de Aconcagua “iban de muchas partes con gran veneración a este demonio”, dice Cieza, a oír sus vanas respuestas; y habían en el gran suma de tesoros, porque los Incas y todos los demás le ponían allí, dícese también, que son los muchos animales que sacrificaban a este diablo, que ellos tenían por dios, hacían lo mismo de algunos indios e indias… oí decir que un español llamado Diego Rodríguez Lemosín saco de esta guaca más de treinta mil pesos de oro”, Molina (el cuzqueño) informa que también “ existían otras huacas en la montaña del Vilcanota donde nace el rio Vilcanota” en un llano que esta junto a Rurucache… y en otro cerro llamado Suntu, junto a Sicuani”. Los Canas y Canchis estaban permanentemente en lucha contra los Collas. Al parecer la causa de tales luchas era la belicosidad tanto de los Collas por un lado , como de los Canas y Canchis por otro, sin embargo creemos que la principal causa fue la falta de tierras fértiles a los Collas que si existían en jurisdicción Canchi Cana y fueron codiciadas para arrebatarles a los Canas y Canchis. Esos dos grupos étnicos por la constante guerra con los Collas llegaron a adiestrar un ejército muy beligerante, esas dos fuerzas opuestas, dice Valcárcel, crearon una tensión muy pronunciada de la simple resistencia de los pueblos rivales paso a la agresión constante que creó un ejército bravo. Los Canchis y los Canas participaron y aportaron significativamente en la guerra donde el Inca derrotó a los Chancas.

El destacado cronista Pedro Cieza de León, en su obra (1547) hace referencia al pueblo de Chicuana, de igual forma existe en documentos oficiales de la colonia y administración de las indias, el pueblo y tambo denominado Chicuana, muy cerca a Cacha lugar donde se encuentra el templo de Wiracocha, perteneciente  a la región Hatun Cana. Guamán Poma de Ayala en sus crónicas y dibujos (1580), se refiere al tambo todavía vigente de Cicuyani, refiriéndose a Sicuani. El lugar denominado como Chicuna o Cicuyani, es el pueblo y lugar que hoy se conoce como Sicuani.

En la obra de Cosme Bueno “Geografía del Perú Virreinal” quien por encargo del Virrey José Antonio Mendoza, presentó la descripción de las provincias del virreinato que fue publicado en 1769. El autor al referirse a la provincia de Canchis menciona: El corregimiento de Canas y Canchis, que se llamaba Tinta, confina por el Norte con la provincia de Paucartambo, por el Este con la de Carabaya, hacia el pueblo de Macusani; por el Sudoeste con la de Lampa por la cordillera del Vilcanota; por el Sur con la de Cailloma; por el Oeste con la de Chumbivilcas, dividiéndolos el río Apurímac; por el Noroeste con la de Quispicanchis. Tiene de largo N-S 30 leguas y 15 de ancho. Su clima es sumamente frió en la mayor parte, por tener casi toda ella muchos cerros nevados.

Comprende esta provincia con 11 curatos. I Sicuani con su anexo Marangani. El II es el de San Pedro de Cacha, con un anexo nombrado San Pablo. El III es el de Tinta, capital de la provincia, con un anexo nombrado Combapata. El IV es el de Checacupe, con un anexo nombrado Pitumarca. El V es el de Pampamarca, tiene 4 anexos que son Tungasuca, Surimana, Pueblo Nuevo y el Santuario del Señor de Tungasuca. El VI es el de Yanaoca. El VII es el de Langui, con un anexo nombrado Layo. El VIII es el de Checca, con un anexo nombrado Quehue. El IX es de Pichigua, con un anexo nombrado el asiento de Condoroma. El X es el de Coporaque. El XI es el de Yauri con 2 capillas distantes del pueblo, una llamada Santuario de la Virgen de Huancani y la otra de la Candelaria. Dentro de los pueblos más prósperos durante el siglo XVII destacan Checacupe, Pichigua, Sicuani y Tinta.

El gran humanista Ignacio de Castro (*), quien residió en Checca, dijo en su libro “Relación del Cusco” que los habitantes de la región poseían bellas cualidades para la cultura y algunos de ellos han llegado a tener fama universal, haciendo referencia a Juan Espinoza, Tuyro Tupac de Checacupe, Choquetopa de Tinta, además de las famosas obras artísticas de Antonio Valdez y Ugarte quien pinto cuadros o lienzos para las iglesias de Tinta y Sicuani, cuando fue párroco en estas jurisdicciones. Además destacan los plateros de San Pablo, los retablistas de San Pedro, los herreros de Hercca, los ceramistas de Raqchi, todos ellos son el valioso testimonio de la herencia laboral heredera de sus antepasados Kanchis. También recordemos que durante la colonia, en julio de 1810, el Oidor Vidaure estuvo residiendo en Sicuani, observando la vida religiosa, la misma que estaba salpicada de anécdota y exacciones por parte de los curas a los nativos.
 
(*) Ignacio de Castro, humanista tacneño y gran cusqueñista 1732-1792.

Escribe: Guido Amílcar Ancori Cervantes.
Fotos: © Archivo Guido Ancori Cervantes.

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