martes, 27 de abril de 2021

CARTA DE TÚPAC AMARU AL VISITADOR ARECHE


En un homenaje y recuerdo a Túpac Amaru, no pueden faltar las cartas y correspondencia que evidencian del pensamiento y propósito de la rebelión, estas deben ser adecuadamente interpretadas para otorgarle a los hechos y sus protagonistas el auténtico valor emancipador y patriótico.

Fragmento:

. . . Este maldito y viciado reparto nos ha puesto en este estado de morir tan deplorable con su inmenso exceso. Allá a los principios por carecer nuestra provincia de jéneros de Castilla y de la tierra, por la escasez de los beneficios conducentes, permitió S.M. a los correjidores una cierta cuantía con nombre de tarifas para cada capital y que se aprovecharan sus respectivos naturales, tomándolos voluntarios, lo preciso para su aliño en el precio del lugar; y porque había diferencia en sus valuaciones se asentó precio determinado para que no hubiese socapa en cuanto a las reales alcabalas. Esta valuación primera la han continuado hasta ahora, cuando de mucho tiempo a esta parte tenemos las cosas baratas. De suerte que los géneros de Castilla que han cojido por montón, y lo mas ordinario que están a dos o tres pesos, nos amontonan por violencia por diez o doce pesos; el cuchillo de marca menor que cuesta un real, nos dan por un peso: la libra de fierro mas ruin a peso: la bayeta de la tierra de cualquier color que sea no pasa de dos reales, y ellos nos la dan a peso. Fuera de este nos botan alfileres, agujas de Cambray, polvos azules, barajas, anteojos, estampitas y otras ridiculeces como estas. A los que somos algo acomodados, nos botan fondos, terciopelos, medias de seda, encajes, hebillas, ruan en lugar de olanes y cambrayes, como nosotros los indios usáramos estas modas españolas, y luego a unos precios exhorbitantes, que cuando llevamos a vender no volvemos a recoger la veintena parte de lo que hemos de pagar al fin: si nos dieran tiempo y treguas para su cumplimiento fuera soportable en alguna manera este trabajo; porque luego que nos acaban de repartir aseguran nuestras personas, mujeres, hijos y ganados, privándonos de la libertad para el manejo. De este modo desamparamos nuestras casas, familias, mujeres e hijos y obligadas de necesidad se hacen prostitutas; de donde nacen los divorcios amancebamientos públicos, destrucción de nuestras familias pueblos, por andar nosotros desertados y luego se atrasan nuestros reales tributos porque no hay de donde ni como podamos satisfacer…

José Gabriel Túpac Amaru - Tinta y marzo 5 de 1781.