miércoles, 6 de octubre de 2021

SICUANI Y EL ARCO DE PUMACAHUA


El histórico “Arco de Sicuani”, restos que se hallan ubicados al ingreso de la plaza principal, en la calle 2 de mayo de Sicuani, fue construido en 1782, inmediatamente firmado el acuerdo de paz o armisticio en Sicuani, entre Del Valle y Diego Cristóbal Túpac Amaru. Después de mantenerse en pie el pétreo Arco por más de un siglo, se desplomó la madrugada lluviosa del 06 de febrero del año 1918, por descuido y desidia de las autoridades y vecinos del lugar. El Arco de blanca piedra, al ingreso a la plaza principal, le dio por muchos años notoriedad y singular aspecto al pueblo de Sicuani, no solo por su arquitectura, sino por los diversos hechos históricos vividos y por constituir un elemento simbólico del Perú colonial, indio y mestizo. Solamente queda en pie, desafiante al tiempo y a la indiferencia de los pobladores una columna, con musgos, cicatrices y sedimento corroído como evidencia de su perpetuo abandono.

Históricamente es cierto que el cacique Pumacahua combatió denodadamente contra Túpac Amaru, quien enarboló las banderas de la independencia en 1780, creyendo Pumacahua en ese momento que era justa su lealtad a la corona, poniendo de manifiesto su férrea disciplina como jefe militar e indio noble. Criticado por historiadores como personaje contradictorio.

Pumacahua, trastocó todos sus principios antiguos, cuando fue convocado al levantamiento del Cuzco, en 1814, contra los españoles, uniéndose al ejercito independentista junto a los hermanos Angulo y a las huestes patriotas de los departamentos de Puno y Arequipa. Enfilo presuroso y decidido con sus tropas indígenas, hacia Puno y Arequipa, batiéndose valerosamente contra los realistas para vencerlos en la “Apacheta”; cayendo después derrotado en la batalla de Umachiri, lugar donde fue fusilado el joven patriota arequipeño Mariano Melgar .

El anciano y vigoroso rebelde fue apresado y ejecutado en tierras canchinas “lo apresaron unos mestizos en Marangani, para luego trasladarlo a Sicuani, donde fue sometido a proceso sumario y ejecutado en la horca, en cadalso levantado en la plaza de esa localidad”. Uno de los brazos de Pumacahua, seccionado desde el hombro fue exhibido en el Arco de piedra, dijeron para escarmiento; pero fue todo lo contrario, porque atizó aún más en los peruanos los sentimientos de rebelión y libertad; y el nombre de Pumacahua, se impregnó en los corazones sicuaneños y en el alma del pueblo; es así que al Arco, comenzaron a llamarlo como “Arco de Pumacahua”.

El Arco que utilizaron los españoles para reprender y escarmentar a la población indígena, se desplomó después de una noche lluviosa, en la madrugada de febrero del 1918, sus piedras fueron levantadas y arrumadas en el patio trasero del local municipal; de ese lugar muchas de ellas fueron trasladadas para utilizarlas como materia prima en la elaboración de las portadas de piedra, característica de aquel entonces de las viviendas de Sicuani, sin preocuparse por la inmediata reconstrucción del famoso Arco. El intelectual Dr. José Gabriel Callo, en sus publicaciones en periódicos y revistas cachinas (1918-1920), promovió la reconstrucción del Histórico Arco de Pumacahua, como un justo homenaje al prócer y a todos los sucesos de lucha de los canchinos por la independencia. Otros pedidos se sumaron año tras año y la histórica estructura continua derruida.

El Instituto Nacional de Cultura INC, en más de una oportunidad se pronunció e hizo propuestas que la Municipalidad de Canchis, no tomo en cuenta o considero, básicamente se trata de llegar a un acuerdo con los vecinos donde debe descansar la columna faltante. Estamos a la espera que alguna autoridad municipal decida reconstruir el Arco de Pumacahua y devolverle a la ciudad uno de sus patrimonios más importantes de identidad de los sicuaneños y canchinos.

El Arco fue construido en Sicuani por la importancia y jerarquía del lugar, solo las grandes ciudades con historia tienen su Arco, como es el caso de Paris, Andalucía, Tacna, entre otras. Los Arcos son signo de hazañas, grandeza, superación y también de epopeyas de guerra. Reconstruyamos el Arco de Pumacahua en Sicuani.

© Guido Amílcar Ancori Cervantes

sábado, 11 de septiembre de 2021

LINO GABRIEL ARAGÓN CLAROS

Conocí a Aragón en Sicuani y encontré en él a un músico lleno del más puro y apasionado espíritu indio. Desde entonces lo admire y lo quise como a un hermano(*).

José María Arguedas

Lino Gabriel, Nació en el hermoso distrito de Combapata, junto al Salka y Wilcamayu, un 18 de enero de 1914. Fue el más grande músico folklorista de Canchis. Ha sacado a la palestra 68 publicaciones en cancioneros con las letras de casi un millar de composiciones de autoría propia en quechua y castellano, de waynos, yaravíes y marineras. Director del “Conjunto Folklórico Ccanchis”. Fue reconocido por la Casa de la Cultura - Lima, como artista nacional; laureado y galardonado a nivel nacional e internacional con algo más de 50 medallas de oro. Llevó la música y poesía del ande peruano, de la provincia de Canchis y Combapata al Perú y América, recorriendo un sinfín de pueblos y ciudades del Perú y el extranjero.

Realizo sus primeros estudios en la localidad de San pablo, para luego proseguirlos en Sicuani, capital de la provincia de Canchis, tuvo muchas dificultades para concluir sus estudios secundarios porque lo aquejaba la pérdida progresiva de la vista entre los 18 y 20 años de edad.

José María Arguedas, tuvo la oportunidad de escucharlo y conocerlo, cuando trabajaba como profesor en Sicuani, catalogándolo como un gran músico y puente de vivencia y sentimientos entre lo indio y occidental.

Entre los años de 1970 y 1980, en el tren de Cusco - Sicuani, en la ruta entre Combapata y Sicuani, viajaba constantemente tocando y cantando con su singular arpa mestiza deleitando a asiduos pasajeros con los hermosos y emblemáticos huaynos canchinos.

Lino Gabriel, no tuvo el apoyo de las instituciones que debían velar por promocionar y proteger su obra musical, las grabaciones y discos editados los hizo con su propio y escaso peculio. Es lamentable que la mayor parte de su obra poética y musical se encuentre pérdida y abandonada, siendo profanada por otros músicos quienes se apropiaron de sus hermosos waynos canchinos.

A pesar de su edad, su quebrantada salud y de haber perdido completamente la vista, hizo música hasta el último día de su existencia, murió el año 2005, a los 91 años de edad en la tierra que lo viera nacer.

Sus creaciones más populares son: Amorcito de otros tiempos, a las Orillas del Vilcanota, Labios mentirosos, Hoja verde de la coca, Urqukunapa yawanin, No es mi culpa, Chola pretenciosa, Lunareja, Clavelina, Combapata tierra querida, Linda caneñita, San Cristóbal (Huayno dedicado a la empresa de transportes), Dicen que te casas, entre muchas otras más.

…Cuando un corazón siente inmenso amor, pide a su ser amado el odio o el amor, y no calla nunca lo que siente… Lino Gabriel Aragón Claros.

© Guido Amílcar Ancori Cervantes

miércoles, 8 de septiembre de 2021

La leyenda del maíz

Wiracocha dios creador de los Incas

Existe desde tiempos inmemoriales en los andes peruanos la leyenda del maíz y de como Wiracocha, dios creador (Viracocha Pachayachachi), les llevo las semillas del maíz a los primeros pobladores andinos, convirtiéndose en el alimento representativo y favorito de los incas del Tawantinsuyo.

Antes de que Wiracocha hiciera su gran recorrido por los andes del Perú, la gente solo se alimentaban de animales salvajes, frutos silvestres y algunas raíces. Nadie podía solucionar las dificultades que tenían para recolectar sustento diario y permanente, debido a que entre grupos tribales disputaban y se enfrentaban por ganar comestibles.

La situación era violenta y precaria, día a día la principal preocupación fue garantizar la comida en las tribus nativas, aparte de que no conocían un orden establecido para convivir entre ellos, muchas veces producto de su ceguedad cometían faltas y excesos entre ellos.

Wiracocha, como creador y hacedor de todo lo que existe en el mundo, preocupado como un buen padre por sus hijos, vio por conveniente enseñarles a vivir dentro de reglas y principios morales, además de situar en su inteligencia secretos para proveerles de alimento y vestido. Después de seleccionar amorosamente entre sus manos variedad de semillas, primero eligió el de la papa por sus calorías y carbohidratos; luego pensó en una planta medicinal y eligió las hojas de coca; y entre los granos más preciados eligió las semillas del maíz, planta que representa la grandeza de los dioses. Se dijo, “es suficiente, de ellas surgirá toda su alimentación y cuando aprendan a vivir como hermanos descubrirán otras semillas que también les dejo y que les proporcionaran variedad de alimentos por siempre”.

Desde la meseta del altiplano peruano, Wiracocha salió camino al norte deteniéndose en cada tribu y etnia para convocar a sus habitantes y líderes, y con mucha paciencia enseñarles a vivir como hermanos, el “Allin kausay”, ayudando y respetándose unos a otros; los vistió y les concedió secretos para domesticar a los animales y plantas, construir sus viviendas y unir las comarcas. La papa les entregó en variados colores e hizo gustar de sus excelentes sabores, diciéndoles “vayan cultívenla y hagan llegar a todos mis hijos”. Cuando ingreso a la región amazónica cogió un puñado de semilla de coca y esparció por los campos para luego decirles cariñosamente “usen esta sagrada planta medicinal para cuidar vuestra salud”. En algunos pueblos la gente se sorprendía de todas las cosas que hacía y el poder que tenía Wiracocha, y en su confusión trataron de atacarlo para matarlo; pero Wiracocha, al darse cuenta de sus malas intenciones, los reprendió, perdonó y trato con sumo amor que todos terminaron amándolo intensamente. Cuando llegó al valle del Wilcamayu (Vilcanota), cerca al Qosqo, entregó la semilla del maíz, diciendo a los hombres y mujeres que “es la semilla más preciada por sus hermosos granos, que la cuiden y cultiven en todo el valle desde los Canchis, hasta Paucartambo y Urubamba, en ella radica mis enseñanzas para que vivan juntos, en orden y armonía, como los granos de la mazorca del maíz". En el sector de Cacha (San Pedro - Canchis), lugar donde narran los cronistas españoles sobre la presencia de Wiracocha en tiempos antiguos, el maíz es deliciosamente dulce, dicen como huella del perdón y el inmenso amor del dios Wiracocha.

Cerámica Inca

Para calmar la sed en las incesantes jornadas de trabajo que entusiastas desarrollaban los pobladores andinos, Wiracocha pidió a las mujeres mayores preparar del maíz germinado jugo fermentado, bebida al que se le conoce como "chicha" (Aqha), que desde aquel entonces se hizo un elemento imprescindible en la vida de los pobladores andinos y de los Incas.

Después de terminar su recorrido por los andes, se despidió de la gente con mucho cariño, los hombres muy entristecidos y apenados lo acompañaron en su recorrido final hacia la costa peruana, porque cuentan los abuelos que Wiracocha se fue por el mar, caminando sobre las aguas, como la espuma, y nunca más lo volvieron a ver.

© Guido Amilcar Ancori Cervantes

viernes, 3 de septiembre de 2021

DIEGO CRISTOBAL TÚPAC AMARU Y EL ARMISTICIO DE SICUANI

La ejecución de José Gabriel Túpac Amaru, el 18 de mayo de 1781 en la plaza de cuzco, no marcó el final del gran levantamiento indígena contra los españoles, sucedió en el mando su primo hermano Diego Cristóbal (1750-1783), quien trasladó la capital de la rebelión al pueblo de Azángaro(Puno).

El mariscal de campo Del Valle, cuyo objetivo principal fue asegurar la tranquilidad de las poblaciones del valle del río Wilcamayu (Vilcanota), reforzó las defensas militares de Paucartambo y en el Sur las de Sicuani. Desarrolló su primera sangrienta campaña de pacificación, sin mayores resultados encontrando en el sur del Perú (Azángaro, Lampa) la férrea resistencia de las huestes indígenas rebeldes de Diego Cristóbal Túpac Amaru. Los españoles en su afán desesperado de lograr la pacificación del Virreinato, promulgaron un Bando (IX-1781) donde entre sus principales ofertas se consideraba el perdón general y la suspensión de Tributos por un año.

Diego Cristóbal, en una carta al visitador Areche, muestra su disconformidad y burla a la amnistía pregonada, al disponer los españoles la detención de su sobrino Mariano Túpac Amaru y la ejecución de Túpac Catari. A fines de 1781, Diego Cristóbal se inclina a pactar el perdón del Virrey, gestionada por el Obispo Moscoso y Peralta, firmada en Lampa (11-XI-1781) y que debería ser ratificada con su rendición en la villa de Sicuani, ante el mariscal Del Valle como jefe militar realista y autoridades, con ocasión del paso por dicha población de las tropas realistas de la segunda expedición pacificadora.

En el Cuzco, Del Valle, preparaba la segunda campaña de pacificación con 3000 hombres armados para eliminar los numerosos focos rebeldes diseminados en el sur y el alto Perú. Debido al acuerdo con Diego Cristóbal Túpac Amaru, marcharon Del Valle y el Obispo Moscoso y Peralta rumbo a Sicuani. Perfectamente informado del avance y ruta de los realistas, Diego Cristóbal bajo a Sicuani, con numerosa comitiva de resistencia indígena, que se mostraban incrédulos frente a la amnistía y perdón, siendo abandonado en el camino por muchos de su escolta principal. Entro a la plaza de Sicuani con algo más de 50 hombres. El líder rebelde descendió de su caballo y se detuvo frente a Del Valle, quien saludándolo le reitero la protección del Rey si cumpliese fielmente su promesa de sumisión, lo cual suavizo la tensión existente entre ambos jefes.

La ceremonia del indulto y juramento de fidelidad fue organizado y llevado a cabo en el pueblo de Sicuani, el 27 de enero de 1782, luego de que el obispo día antes, en misa solemne levantara la excomunión a Diego Cristóbal y familiares. El acto se desarrolló en la iglesia, ante las autoridades, oficiales y gran número de españoles, criollos, mestizos e indios. El auditor de Guerra leyó en voz alta el texto oficial, donde disponía la rendición, entrega inmediata de armamento, la presentación voluntaria de todos los que deseen acogerse a la amnistía, entre otros. Diego Cristóbal Túpac Amaru prestó el juramento y entrego su espada a Del Valle; recibida este la levantó mostrando a los presentes para luego devolvérsela, manifestando que con ella ayudará a la pacificación de los pueblos rebeldes. El alférez que sostenía el estandarte español paso tres veces por sobre la cabeza del rebelde en señal de sumisión. Al finalizar la ceremonia, indígenas de diferentes provincias solicitaron el perdón para ellos y sus familiares.

Hechas las pases, acompañado por Diego Cristóbal Túpac Amaru, Del Valle, continuo con la campaña hacia el Sur, mientras el Obispo Moscoso y Peralta retornó a Cusco. En Lima el 20 de Febrero de 1782, el Virrey Jauregui, publicó un Bando sobre “la rendición” de Sicuani, y la total pacificación del Sur.

El trato con los españoles fue un acto de cruel venganza, el armisticio de perdón y amistad promovido por las autoridades españolas no fue sincero, era un ardid mientras encuentran el pretexto para condenarlo legalmente. Finalizaba el mes de marzo de 1783, cuando un cura, denunció un conato subversivo en el pueblo de Marcapata, cuyo cabecilla fue Simón Condori; en el interrogatorio se forzó responsabilizar como autores intelectuales a Mariano Túpac Amaru, Diego Cristóbal y a su madre Marcela Castro. El oidor Matalinares, después de un juicio amañado y sumario expidió sentencia, la horca para Condori y su vástago, Diego Cristóbal torturado y atenazado con hierro caliente para luego ser ahorcado y descuartizado; también junto a ellos sufrió tortura y horca Marcela Castro, los otros supuestos responsables fueron sentenciados a destierro y otras penas.

Bibliografía:

- EDUBANCO (1983) TUPAC AMARU Y LA IGLESIA Antología - Lima Perú
- Valcárcel Carlos Daniel (1973) La Rebelión de Túpac Amaru - Lima Perú

© GUIDO AMILCAR ANCORI CERVANTES

martes, 24 de agosto de 2021

SICUANI - ETIMOLOGÍA


Desde la designación de Sicuani como Capital de la Provincia de Canchis, muchos historiadores locales y regionales, mostraron interés por el origen del nombre de la ciudad, encontrando diferentes opiniones y conclusiones. A cerca de la etimología de la palabra Sicuani, en los años 1919 y 1920, intelectuales destacados de Canchis, como es el caso del Dr. Fidel M. Cosio y José Gabriel Callo, desarrollaron indagación y encuesta a la población de Sicuani, para conocer y tener mayor certeza sobre datos históricos y de origen del nombre de la ciudad, con el propósito de esclarecer y fijar los mismos.

La tesis planteada por José Gabriel Callo, fue expuesta y aceptada por autoridades e intelectuales y publicada en medios periodísticos de la época. La palabra Sicuani,  está formada por la fusión de estas dos voces quechuas: Sicua - Ani. Sicua, nombre de paja brava, hoy denominada Ichu; Ani, sufijo que unido a una radical sirve para indicar su existencia abundante en un lugar. Al unirse ambas voces forman la palabra Sicuani, que significa existencia de paja brava en abundancia. Esta indagación se sustenta en la similitud de los nombres formados para denominar: Totorani, Kiswarani, Marcani, Koyani, entre otros.

De aquí se deduce que el nombre de Sicuani, subsiste desde tiempos pre-inca y pre-hispánicos, sin haber sufrido modificaciones o recibido influencia española.

Sicuani, desde su formación se caracterizó por ser un puerto y eje comercial diverso, por su ubicación estratégica y su amplia planicie surcada por el rio Vilcanota (Wilcamayu). La “Sicua”, hoy conocida como paja brava o Ichu, que servía como insumo básico para el techado de las viviendas, elaboración de adobes, la producción del chuño blanco, el almacenamiento de productos, entre otros; fue uno de los varios productos que se comercializaban en Sicuani, desde tiempos pre-incas, era proveída en grandes cantidades y de muy buena calidad, por interminables recuas de llamas que llegaban de todas las zonas altas del valle del Vilcanota, otra parte la traían de Pichugua, Condoroma (Espinar), y también de la región del Qollasuyo, para luego ser intercambiada a través del trueque en los mercados nativos de Sicuani, siendo esta muy solicitada y apreciada por pobladores de todas las cuencas bajas de los andes del Sur. Todavía en la década de 1980, se pudo observar la venta del “Ichu” en el sector denominado la “banda”, en inmediaciones de la avenida Arequipa, reduciéndose y extinguiéndose esta actividad a la fecha.

Primigeniamente el distrito de Sicuani, fue un ayllu grande e importante en la provincia  de los Qanchis, luego se consolidó en un curacazgo en el valle del río Vilcanota, siendo esta la primera etapa histórica de su formación. Esta jerarquía se mantuvo por los aborígenes  hasta las primeras décadas de la Republica, reconociendo como a su Curaca a Don Simón Ccallo, guardando todas las consideraciones a sus descendientes y extinguiéndose con el paso de los años. En la época Colonial, Sicuani, formo parte del Corregimiento de Tinta y durante los primeros 28 años de nuestra era Republicana, dependió como distrito de la Provincia de Tinta, y cuando esta se fraccionó por Decreto Ley del 20 de diciembre de 1829, en Canchis y Canas, Sicuani perteneció a la primera, siendo designada por su importancia como su capital.

Bibliografía:

Canchis, Semanario Independiente (1930) - Sicuani - Cusco - Perú (1930).

    Ancori Cervantes, Guido A. (2010) Historiografía de la Provincia de Canchis y la Ciudad de Sicuani. Sicuani Cusco Perú.

      Ancori Cervantes, Guido A. (2014) Raqchi: Mito y Realidad - Sicuani Cusco Perú.

© GUIDO AMILCAR ANCORI CERVANTES

sábado, 21 de agosto de 2021

LUIS NIETO MIRANDA (Cholo Nieto)

 

Para muchos intelectuales y poetas del siglo XX, Luis Nieto Miranda (Cholo Nieto), es considerado como el mejor poeta de corte indigenista y revolucionario del Perú, un hombre que vivió de cerca la vida pueblerina de los hombres del ande, sus alegrías, pasiones e idiosincrasia y que con genialidad y picardía original describió en sus versos cholos de sus mejores libros.

Nació en Sicuani, Canchis, el 10 de octubre de 1910, del matrimonio de don Lesmes Nieto y dona Felicitas Miranda. La familia de Luis Nieto, vivió en una casa sencilla de adobe y teja de la Calle Ayacucho. En sus primeros años asistió a la Escuela de Varones N° 791 de Sicuani. Junto a sus padres trajinó las calles, comercios y feria del entonces pujante pueblo de Sicuani, que en aquella época vivía una inmensa actividad económica generada por la llegada del tren y la visita permanente de pobladores del todo el sur del Perú.

Sicuani, la antigua capital de los Canchis era por entonces una pequeña ciudad, moderna para su tiempo, trajinada por arrieros, mercaderes y visitantes los días de feria de Sábado y Domingo, donde se podía observar las inmensas multitudes de gente nativa que llegaban acompañadas de interminables recuas de llamas, mulas y jumentos (asnos), trayendo infinidad de productos a la feria. En una de sus presentaciones públicas el poeta Nieto, dijo “Nací con el arrullo del Wilcamayu, en un hermoso pueblo de la serranía peruana” lo que claramente muestra que las vivencias de su vida en Sicuani, desde muy niño caló profundamente en su alma innata de Luchador y poeta.

Posteriormente él y su familia se trasladaron a la ciudad de Cusco, prosiguiendo sus estudios en el Colegio Salesiano, donde destaco como estudiantes sobresaliente. Sus estudios universitarios los desarrollo en la Universidad San Agustín de Arequipa y en la San Antonio Abad de Cusco, donde integró círculos de jóvenes políticos e intelectuales de la época, caracterizándose por su rebeldía y gran elocuencia para explicar la situación social y económica del Perú. Nunca se desligo de su tierra natal, frecuentando permanentemente en ella a intelectuales canchinos con quienes mantuvo una fraternal amistad, entre los que podemos citar a Federico Cárdenas Zapata, Jorge Delgado Illanes, Blas Valerio Aguilar Guerra, Ernesto Aguilar Claros, Vladimir Alencastre Yáñez, Carlos Cáceres Villa, Juan Anco Cayo, Alfonso Álvarez Huanca, entre otros.

Incursionó en la actividad política desde muy joven situación que lo condujo al destiento en enero de 1932, primero a Bolivia y después a Chile. En este último país vivió aproximadamente ocho años trabajando en medios periodísticos escritos y a la vez desarrollando su labor poética, llegando a integrar círculos intelectuales y de amistad con escritores chilenos, como es el caso de Pablo Neruda.

En Bolivia y Chile fueron publicados los primeros poemarios de Luis Nieto, “Los poemas perversos” (1932) y “Puños en Alto” (1938). El tercero, “Mariátegui”, aparece en 1942, cuando el poeta ya se encontraba de retorno en Cusco. Este mismo año, el Instituto Americano de Arte, publica la primera edición de “Charango”- Romancero cholo, libro que es recibido con aplauso unánime de la crítica y que en 1945 es reeditado en Lima por el Ministerio de Educación.

En 1944, año de la institución del Día del Cusco, es premiado, conjuntamente con el compositor Roberto Ojeda Campana, en el concurso de “Himno al Cusco”[1]. Recibe además, por su "Canto al Cusco y sus piedras sagradas", la Kantuta de Oro, Premio Presidente de la República, en el concurso poético promovido por el Sindicato de Periodistas. El laureado escritor consigue así expresar en sus versos la efervescencia cusqueñista que está viviendo la ciudad, así como la reivindicación del indio y del cholo.

“Itinerario de la canción”, una antología de poemas entresacados de varios libros inéditos, es publicado en 1945, por Instituto Americano de Arte, consolidando definitivamente su prestigio a nivel nacional. Lo mismo ocurrirá cuando en 1948 se publique en Lima “Velero del corazón”, poemario que dedica a su esposa, Bertha Degregori.

En 1952 ingresa a la docencia en la Universidad Nacional del Cusco, donde también realizó una amplia labor editorial y de promoción cultural al frente de la Oficina de Proyección Social. A fines de los cincuenta aparecerán tres huevos libros de poesía suyos. De estos, el “Romancero del pueblo en armas” (1958) conocerá un mayor número de ediciones.

En 1965, recibe el título de Doctor en Letras por la Universidad Nacional del Cusco y en los años siguientes publica “Guerrillero del alba” (1967) y “Vietnam libertador” (1969). En 1972, como corolario de una amplia labor editorial y de promoción cultural, es nombrado director de la Casa de la Cultura del Cusco y posteriormente del Instituto Nacional de Cultura.

Luis Nieto Miranda en el año de 1985, fue electo como Senador de la República, se mudó a la Capital Lima quedándose a residir allí, donde solitario y ya cercano a los 90 años de edad, muere víctima de un asalto en su propio domicilio.

El arequipeño Luis Enrique Palao, uno de los más destacados artistas plásticos nacionales, en una dedicatoria del retrato de Luis Nieto, escribió: “El poeta Nieto, la montaña más alta del Cuzco”.


[1] El Himno al Cusco, posteriormente fue modificado en algunos de sus versos, lo que causo gran molestia en laureado poeta y autor, reclamo que no prospero.

 © GUIDO AMILCAR ANCORI CERVANTES

miércoles, 4 de agosto de 2021

SICUANI - Festividad de la Virgen Inmaculada Concepción

Desde aproximadamente el año de 1720, Sicuani y el Perú, celebra la Inmaculada Concepción como día festivo; El INC (2008) en su Calendario festivo de Cusco, al referirse a la fiesta de la Inmaculada Concepción, señala y considera como sustento que “fue por la importancia de este lugar que se designó a la diócesis del poblado de Sicuani, como la cabecera de la Virgen Inmaculada Concepción, la misma que años más tarde se declaró por los feligreses y población en general como patrona de la localidad” (INC, 2008:4). Desde aquel entonces hasta la fecha cada año y en fecha del 8 de diciembre se desarrolla la fiesta tradicional y costumbrista de la Virgen Inmaculada Concepción. Esta fiesta se caracteriza por ser toda una celebración religiosa. Se inicia por la tarde del día anterior con la entrada de “Kapus” (charamosca y paja) que son proporcionadas por las comunidades y ayllus aledaños, ellos ingresan en vistosas caravanas al ritmo del pito y tambor hasta la plaza principal de la localidad donde se halla el Templo Matriz, altar de la imagen principal de la Virgen Inmaculada. Como preámbulo al día central, en horas de la noche los alferados y “carguyoc” proceden a la quema de “kapus”, donde los pobladores acompañan en velación, degustando los tradicionales “ponches” elaborados para este fin. Al día siguiente se celebra la misa central para luego desplazarse por las calles principales en procesión cargando la venerada imagen de la Virgen; y es allí donde se integran las comparsas de danzas típicas con trajes vistosos y coloridos; al mismo tiempo que se desarrolla en la plaza central la exposición y venta de platos típicos de la zona. El día central es feriado nacional y es por ese hecho que la población en general participa con mayor devoción e interés.

© Guido Amílcar Ancori Cervantes



SICUANI - Feria Regional del Señor de Pampacucho


La Dirección Regional de Agricultura Cusco, en su informe memoria del 2015 refiere que “Con el objetivo de promover la participación activa de los productores agropecuarios en la oferta directa de sus productos en el mercado, la Dirección Regional de Agricultura Cusco, a través de la Agencia Agraria Canchis, participa año a año en la organización y promoción de la Feria Nacional Agropecuaria, Agroindustrial, Artesanal y Cultura Señor de Pampacucho” (DRA-C, 2015: 2). La feria agropecuaria y costumbrista del Sr. de Pampacucho de Sicuani - Cusco, se desarrolla en el mes de agosto, es un evento de característica agropecuaria, industrial y artesanal, además que generara gran movimiento comercial en la localidad. La población en general de todos los sectores y grupos sociales, así como instituciones y autoridades participan activamente.

Además, hay que considerar que se ofician ceremonias en honor al Señor de Pampacucho, con la infatigable peregrinación de centenares de familias que llegan de todas las regiones del sur peruano, cuya celebración se inicia con una gran feria el 15 de agosto.

En artículos y notas periodísticos, señalan que Sicuani y la plaza de Pampacucho, generaran gran movimiento socio-económico a través de actividades religiosas, comerciales y de exhibición de productos agropecuarios.  es un pueblo donde numerosos devotos llegaban durante todo el mes de agosto desde los años de 1900 para venerar al Señor de Pampacucho, milagrosa imagen que logro una notable admiración de muchos pueblos de la región; Además los numerosos visitantes acostumbran llevan productos diversos para el intercambio comercial.

Sobre el Señor de Pampacucho, cuenta la historia que su imagen es un hermoso lienzo que fue traído al pueblo por un soldado cusqueño que participo en las guerras de la Confederación Peruano Boliviana en el año de 1835, y que según el sueño que tuvo, donde se le presento la imagen del Señor, le advirtió de los peligros que corría. Con el tiempo y los hechos ocurridos con la sagrada imagen se lento una capilla para venerar la restaurada imagen entre las quebradas de Condorhuarca y Sutoc, en Sicuani.

Frente a la fe y veneración que la imagen del Señor de Pampacucho generó en la población, las autoridades y el pueblo de Sicuani, organizaron desde el año de 1941, la Feria con la finalidad de acoger a todos los visitantes y darles la oportunidad de exhibir y comercializar sus productos, como parte del homenaje al patrón de la región. Hecho que ha convocado la asistencia de miles de visitantes del Sur del país y del hermano país de Bolivia. Las fiestas son un hermoso acontecimiento, de varios días (Dos semanas) con la llegada de caravanas de peregrinos y comparsas, quienes visitan al templo del Señor de Pampacucho, para representar sus mejores danzas. Las ofrendas más importantes se dan en las misas, procesiones y matrimonios con la participación de todos los pobladores de la ciudad.

© Guido Amilcar Ancori Cervantes


SICUANI - Festival Folclórico de Raqchi.

El festival de Raqchi en la provincia de Canchis y Sicuani, es una  de las fechas con mayor significado de celebración festiva, donde se movilizan actividades costumbristas de Danza, Música, Artesanía, Gastronomía y productos agrícolas nativos. Los hechos contemporáneos directamente vinculados al establecimiento de este festival datan desde el año de 1968, con la celebración de la semana del campesino aborigen iniciada en Canchis desde 1959, como el evidente antecedente directo de lo que más tarde vendría a ser el Festival Folklórico de Raqchi”. El festival de Raqchi, desde sus inicios es una actividad que se caracteriza por ser eminentemente nativa y costumbrista a nivel de la localidad y de la región, con impacto nacional e internacional; participan de esta fiesta de cultura tradicional toda la población, comunidades campesinas, instituciones y centros culturales, incluido los estudiantes de los niveles educativos de inicial, primaria, secundaria y superior. Promueve la identidad y el reconocimiento de las manifestaciones culturales de la región y el país. El distrito de Sicuani, como capital de la provincia de Canchis, es el eje central de la promoción y vivencia del festival de Raqchi, que tiene lugar cada año en la comunidad de Raqchi (distrito de San Pedro), junto al complejo arqueológico Inca, el tercer domingo de junio de cada año y como preámbulo a las fiestas del Cusco.

© Guido Amílcar Ancori Cervantes




SICUANI - Feria de San Isidro Labrador


La fiesta de San Isidro Labrador en Sicuani, es una costumbre tradicional que se remonta a la época colonial en el Perú. Es una feria tradicional que se realiza en el mes de mayo, es una fiesta eminentemente agrícola. Las comunidades campesinas de Sicuani, traen los mejores toros aradores, bien ataviados y adornados para presentarlos al Santo Patrón San Isidro Labrador”, Esta fiesta se desarrolla en cada comunidad y junto a su capilla; las familias y autoridades civiles y eclesiásticas acompañan la ceremonia que se caracteriza por recibir la bendición del sacerdote y de la imagen de San Isidro Labrador, para un buen año agrícola en la comunidad. Los agricultores amarran a la yunta toros tiernos, y otros también traen toros trabajados; una persona con traje típico de labor agrícola lleva a los toros y otra persona generalmente de sexo femenino va detrás simulando sembrar.

© Guido Amilcar Ancori Cervantes



SICUANI - Entrada de "Chako" de carnavales.

Cada año, los carnavales se inician con la fiesta costumbrista de “La entrada de Chako de Carnavales”, en el distrito de Sicuani, que coincide con el día de “comadres”. Consiste en la visita que hacen las autoridades locales al Gobernador y Alcalde del pueblo, llevando presentes que consisten en animales silvestres, atrapados a través de la actividad originaria inca-preinca del “Chako”. El profesor universitario e historiados Luis Fredy Caballero Girón, en su texto Visión histórica de Canchis, refiere que “…en esta festividad participan los gobernadores distritales, tenientes y auxiliares gobernadores de las comunidades campesinas, autoridades municipales del distrito dando inicio a la fiesta tradicional de los carnavales” (Caballero, 1987: 47). Entrada de Chako que tiene como recorrido las diferentes calles del distrito. Las autoridades, pobladores notables y comunidades campesinas hacen su ingreso en briosos caballos, con atuendos típicos de la zona, acompañada de música y danza de Qashwa de Carnavales; para dirigirse a los locales públicos donde aguardan las autoridades de la localidad y hacer entrega de originales obsequios costumbristas. Todo el pueblo vive la fiesta del "Chako" de Carnavales.

© Guido Amílcar Ancori Cervantes



SICUANI - Juego ancestral de la "Chiwka".



El juego ancestral de la Chiwka, se celebra cada 01 de enero de cada año, en la plaza de Pampacucho de Sicuani, donde disputan un partido al estilo del “polo” (Juego ingles), con la característica de que van a pie y llevan una pelota de madera golpeando con mazos de madera (q’asuna). En el libro Historiografía de Sicuani y la provincia de Canchis, nos refieren que “Este juego es conocido con el nombre de “chiwka”. En este caso, juegan golpeando con una q’asuna -palo largo- a una esfera o pelota de madera -generalmente un ojo de árbol de lloq’e-, que por la acción del golpe, rueda velozmente por varios metros de distancia”. De este juego participan los dos barrios antiguos y emblemáticos del pueblo de Sicuani, los de Rosaspata (Los de arriba) y los de Pampacucho (Los de abajo), los puntos se anotan a favor de los que logran hacer pasar la esfera de madera por la línea divisoria de ambos bandos; la población acompaña a esta festividad y auguran el buen año para los ganadores; todo ello acompañado de música, comidas y ambiente de Año Nuevo. También a los dos grupos participantes se les denomina como Koischas y Walpaschas (Los cuyes y las gallinas).

©Guido A. Ancori Cervantes (2010)


lunes, 19 de julio de 2021

Pileta de hierro de la plazoleta Jorge Chávez, en la ciudad de Sicuani - Cusco

Aproximadamente entre 1880 y 1890, se instala en la plaza principal de Sicuani, una pileta de hierro, traída desde Europa, perteneciente a una serie que llego a América del Sur; de las tres piletas idénticas, una se destinó a la villa de Sicuani (Cusco), la segunda a la provincia de Yunguyo (Puno) y la tercera al vecino país de Chile, ubicándose en la plaza Echaurren de Valparaíso.

Posteriormente, debido al proyecto de mejoramiento de ornamentación de la plaza de Sicuani, la pileta se trasladó a la plaza “Libertad” (hoy Clínica Municipal), ubicada contigua a la misma plaza central, lugar donde permaneció hasta 1937, fecha en que se inauguró la Plazoleta Jorge Chávez, decidiéndose reubicarla allí definitivamente la escultórica pileta.

En la pileta se puede observar a tiernos niños, como ángeles sobre una especie de sirena, quienes soportan una amplia bandeja esculpida, toda en hierro, por donde discurre agua cristalina que brota desde la parte superior de la pileta.

Por su historia y significado, esta pileta debe ser conservada como patrimonio cultural de la ciudad y es deber de todo ciudadano grande y pequeño cuidarla y preservarla.




sábado, 10 de julio de 2021

PRIMER MONUMENTO DE TÚPAC AMARU II EN EL PERÚ Y ÁMERICA


En la provincia de Canas, en su capital Yanaoca, entre los años de 1966 y 1967, se erigió un monumento de bronce en homenaje al libertador indígena José Gabriel Túpac Amaru, en aquella época se llegó a catalogar esta obra, como el primer y único monumento en el Perú y América de Túpac Amaru II.

Desde su sanguinaria y cruel ejecución en el Cusco el año de 1781, por parte de los españoles, en el transcurso de casi 200 años, nadie se atrevió a rendir homenaje de forma pública, a Túpac Amaru II,  aquel hombre que escribió con sangre el legítimo derecho de libertar de todos los peruanos; si bien es cierto que de manera tenue existían datos sobre el levantamiento de Túpac Amaru, en libros de historia, no había una imagen, una figura representativa que a la vez de rendir homenaje, nos hiciera recordar al ser humano, a la persona que se puso al frente para defender a sus hermanos de raza y abolir las leyes españolas tan perniciosas, de abuso, tiranía, usurpación y robo, que perpetuaban día a día los españoles en nuestra propia patria.



Teófilo Uscamayta Huamán, sacerdote, quien había servido en diferentes parroquias del Cusco, natural de Maras, Urubamba, entre los años de 1963 y 1964, llegó a Yanaoca a través de un nombramiento de “Vicario”, donde joven y fiel a su estilo se hizo cargo de muchas responsabilidades, ayudando a las familias, comunidades y hasta solidarizándose con los jóvenes estudiantes, asumiendo “ad-honoren” el dictado de las horas de Religión, en el naciente colegio José Gabriel Túpac Amaru, el año de 1965. En aquella época, desempeñándose como Párroco, es que inicia una cruzada para recaudar fondos y erigir un monumento en homenaje al líder andino Túpac Amaru II, en el distrito de Yanaoca, lugar desde donde se declaró abiertamente la guerra al gobierno español por la libertad de todo el Perú y América. Fueron muchas las ideas que se pusieron en marcha, a la vez que se procedió a sustentar el proyecto de identidad y revaloración sobre el significado y trascendencia de todos los acontecimientos del levantamiento de los Túpac Amaru. La marcha del “Sol”, kermesses, colectas públicas voluntarias, donaciones de familias notables, entre otras, fueron las estrategias para lograr fondos económicos, con la finalidad de poder financiar la construcción del monumento a  Túpac Amaru. Se requería para dicho fin contratar artistas y escultores entendidos en el tema, aparte que había que financiar el material requerido el cual consistía en cientos de kilos de bronce; porque el monumento debía ser imponente y perfectamente elaborado en todos los aspectos.



Las primeras gestiones tuvieron lugar en el Cusco, donde artistas utilizando arcilla y yeso diseñaron algunos bocetos de lo que sería la imagen del Cacique de Tungasuca, Pamapamarca y Surimana. Los estudios e investigaciones se profundizaron para aproximarse a la genealogía y rasgos físicos de José Gabriel, además que debía documentarse adecuadamente sobre los vestidos y atuendos que acostumbraba usar como Inca en la colonia. Los primeros bocetos en esculturas no fueron del agrado de Teófilo Uscamayta, decía las veces que visitaba los talleres: -Falta la majestuosidad del personaje-. Nunca se dió por vencido, a pesar que la gestión era agotante, sumándose a ello la falta de recursos económicos. Vuelve a impulsar su gestión junto a los vecinos de Yanaoca y amigos que habían jurado su apoyo, embarcándose rumbo a la ciudad capital Lima, en busca de mejores propuestas. En momentos de frustración, decía a sus cercanos colaboradores: -No me importa, si es necesario llegaré a Europa en busca del artista que forjará a Túpac Amaru-. Era tanta su convicción que deseaba reproducir una imagen clara que expresara la personalidad del indómito Inca libertador, como el mejor homenaje a José Gabriel Túpac Amaru, desde su propio pueblo.

En 1966, Uscamayta visitó en Lima, el taller del artista Roberto Tuni Garcilaso, natural de Puno, quien se había comprometido a elaborar una propuesta; esta se veía regia y gallarda, siendo inmediatamente aprobada por el Párroco Uscamayta, para luego ser llevarla a los talleres de fundición de la ciudad capital, de Bruno Capiola, empresa que gozaba de reconocido prestigio por sus monumentales y sobrias obras en Lima y otras ciudades del país. El sacerdote Uscamayta, toco muchas puertas para conseguir el apoyo y los recursos para el proceso de fundición, los cuales eran realmente onerosos, En su libro “Historia y odisea del primer monumento a Túpac Amaru II” (Uscamayta, 1981), refiere que el Ministerio de Guerra, dono miles de casquillos de balas (Bronce), y aun así todavía faltaba la materia prima y presupuesto; es así que gracias a su inquebrantable perseverancia logro apoyo efectivo de un legislador y otros paisanos radicados en la Capital.



Una vez terminada la obra y estando lista la escultura en bronce del glorioso mártir de la libertad, esta fue acondicionada, de pie, en una plataforma para ser trasladada hasta Yanaoca - en la provincia de Canas;  pero antes, debía hacer todo un periplo por las ciudades y pueblos donde tuvo como epicentro el levantamiento indígena peruano de Túpac Amaru II. Cuando la comitiva llego a los pueblos del valle del Vilcanota, para luego trasladarse por la vía de Combapata hacia los pueblos de Pampamarca, Tungasuna y Yanaoca, toda la gente saludaba desde pie de carretera, muchos con lágrimas en los ojos, quitándose las prendas de la cabeza y agitando sus manos, dando la bienvenida, a su padre y señor, José Gabriel Túpac Amaru.

Finalmente el año 1967, con gran respeto y algarabía, los pobladores de los pueblos de Yanaoca, Tungasuna, Pampamarca y otros, subieron la efigie de José Gabriel Túpac Amaru, a su pedestal principal, en la plaza de Yanaoca, levantado con piedras labradas, traídas desde la Quinta Toronayoc (Ch´eqerec) - Maras, lugar de nacimiento del Dr. Teófilo Uscamayta Huamán. De esta manera, esta obra de ejemplo de lucha, convicción, perseverancia e identidad, se constituyó en el primer homenaje público a Túpac Amaru II, en el Perú y América; obra, como alguien dijo, de un Uscamayta, quien pertenece a una familia de linaje real de los Incas. Muchos al contemplar la obra en aquellos años sugerían que el monumento por su gran significado debía ubicarse en la plaza de Cusco.

Notas:

El Centro Federado de Periodistas de Cusco, honra al Dr. Teófilo Uscamayta Huamán en el cargo de “Capellán”.

El 1° de diciembre de 1984, fallece en Cusco el Dr. Teófilo Uscamayta Huamán.

Bibliografía:

Historia y odisea del primer monumento a Túpac Amaru II - Teófilo Uscamayta Huamán, editorial universo S.A. Lima 1981.

Artículos periodísticos de la época.

© Escribe: Guido Amílcar Ancori Cervantes.

sábado, 3 de julio de 2021

EL TREN EN SICUANI Y LA PROVINCIA DE CANCHIS


Se sabe por historia que en el siglo XIX los británicos inventaron el tren; a finales de este siglo, construyeron una vía férrea que conectara Buenos Aires (Argentina) con el Puerto de Mollendo (en el sur del Perú), para evitar cruzar el largo y peligroso Paso de Magallanes al extremo sur de Sudamérica, paso natural de mayor importancia entre los océanos Pacífico y Atlántico. El tren cruzaba Bolivia y Puno y desde allí se tendió una extensión hasta Marangani y Sicuani, para extraer y explotar la preciada lana de alpaca.

El ferrocarril del sur fue uno de los más importantes del Perú. Es el más extenso de todos los ferrocarriles que han construido y que aún circula en el Perú. Lo tuvo a su cargo Meiggs (empresario estadounidense que tuvo éxito en la construcción de ferrocarriles en Chile y en el Perú, países en donde desarrollo notable influencia política y económica). Empieza en el puerto de Mollendo, sube hasta Arequipa, para después llegar a Juliaca donde se divide en dos ramales, uno hacia Puno y otro hacia la ciudad del Cusco. Con relación al Cusco el punto más alto de esta vía alcanza en La Raya (limites departamentales entre Puno y Cusco). Actualmente es operado por la empresa Perú Rail. Este ferrocarril se inició con la puesta en servicio del tramo Mollendo-Arequipa en primero de enero de 1871. Posteriormente se completó la línea Arequipa-Puno que se puso en servicio en enero de 1874. Obreros peruanos y bolivianos tuvieron a cargo de los trabajos. El costo de este tramo fue de 33 millones de soles. El costo del tramo Mollendo-Arequipa tuvo en aquel entonces una inversión de un millón ochocientos mil soles. Costo del tramo Juliaca-Cuzco, 25 millones en 1872 y se paralizó en 1875 por dificultades económicas. En 1890, después de quince años de inactividad debida a la guerra y otras causas, firmado el contrato Grace, se reiniciaron los trabajos por parte de la Peruvian (Peruvian Corporation, empresa inglesa constituida en Londres 1890 por Michael Grace), para terminarlo hasta el Cusco. En 1892 se llegó a Maranganí y en 1894 a Sicuani en la provincia de Canchis. Ingreso al Cusco ya en el siglo XX, 1908, después de 16 años de que la provincia de Canchis ya contara con este adelanto tecnológico. Fue cedido a la Peruvian a perpetuidad en 1928.

La estaciones oficiales del tren en la provincia de Canchis y Aledaños fueron: Pucará 56, Tirapata 67, Ayaviri 91, Chuquibambilla 109, Santa Rosa 131, La Raya 159, Marangani 186, Chectuyoc 190, Sicuani 197, San Pablo 210, Tinta 222, Checacupe 237, Cusipata 257, Urcos 285, Huambutio 305, Oropeza 312, Sailla 319, San Jerónimo 327 y Cuzco 337.

domingo, 30 de mayo de 2021

DEVASTACIÓN HUMANA EN LA COLONIA DEL PERÚ

John Murra, en su libro “El mundo andino”, cuando se refiere al impacto que causó la llegada de los españoles al Perú, califica como el “cataclismo de Cajamarca”, por muchas razones, y es que no deja de tener razón porque en el gobierno y colonia que instauraron la población peruana, tawantinsuyana sufrió la peor crisis de devastación humana que llego a niveles realmente de catástrofe. El historiador y antropólogo peruano Luis E. Valcárcel, señala que la población indígena antes de la llegada de los españoles fue de 13 a 15 millones de habitantes (1956). En cambio, hay otros como el escritor y cronista español Alonso Carrió de la Vandera, que concede 7 millones en un estudio que realizo en 1773, o la del padre Cappa que en 1888, apenas otorga 4 millones y medio; el médico e historiador Sebastián Lorente que después de originales argumentos se inclina por los 10 millones (1860). En estudios recientes de Smith, Wachtel y Cook, dan una población que fluctúa entre 8 y 10 millones (Contreras, 2020).

En 1548, es decir, 16 años después de la llegada de los españoles, el licenciado Pedro de la Gasca, levantó un censo que dio la cifra de 8’285,000 habitantes. En 1569, el Virrey Toledo realizó un censo con fines netamente tributarios. Los resultados dieron 1’067,696 indios varones entre 18 a 50 años. De acuerdo con esta cantidad se estima que la población total ascendía a 8 millones, más o menos.

En estos censos basan sus afirmaciones los cronistas e historiadores que propugnan la tesis de que el Perú tenía un mínimo de 10 millones el año 1532.

Ya en los siglos XVI Y XVII, en plena Colonia en el Perú, se hicieron denuncias a la misma Corona Española sobre la drástica despoblación indígena, “retroceso demográfico”, como denominan algunos estudiosos a este fenómeno. A fines del siglo XVIII, en 1795, el Virrey Francisco Gil de Taboada y Lemos efectúa un censo que arroja 1’232,122 habitantes. La diferencia entre esta cifra y las halladas por De la Gasca y Toledo, es bastante marcada. Un déficit de 5 o 6 millones de gente, cantidad que resulta todavía reducida, pues, si se considera que las poblaciones casi siempre se duplican en el espacio de 100 años, partiendo de la base de los 8 millones de los censos de las Gasca y Toledo, el censo de Taboada y Lemos debió encontrar una cantidad superior a los 15 millones.

Los incas tenían un riguroso sistema de controlar el movimiento poblacional. Pedro Cieza de León[1], cronista que alcanzó a ver los últimos vestigios del Tawantinsuyo, dice lo siguiente:

“… cada provincia en fin del año mandaba asentar en los quipos, por la quenta de sus ñudos, todos los hombres que habían muerto en ella en aquel año y por el consiguiente los que habían nacido como los que faltaban por ser muertos, y en esto había gran verdad y certidumbre”.

Fatalmente, como los tawantinsuyanos no conocían la escritura, la interpretación del simbolismo de los Khipus ha quedado expuesta a los mayores riesgos, sin que fuera posible reunir datos para explicar el hecho que estamos tratando.

Veamos ahora cuales fueron los hechos que intervinieron para la devastación humana en el Perú de la Colonia.

TRATO DENIGRANTE E INHUMANO.

Por registros de la época y el trabajo de Investigadores se demostró que los españoles pusieron a los nativos peruanos en situación y condiciones infrahumanas. El Doctor Tello[2] encontró en el Museo Británico una importante prueba escrita, se trata de una información anónima que lleva por título: “Discurso sobre si conviene que se vendan las jurisdicciones de los indios del Marqués de Oropesa”, donde con crudeza y realismo se describe lo ocurrido aquellos años de desorientación. De ese documento extraemos los siguientes párrafos:

“nadie de los que an estado en estas prouincias del Piru ignoran las priesa con que se van acabando los yndios en ellas, esto se echa también de uer en los llanos que en 400 lenguas que ay, no ay oy 4 mil tributarios y el Reparto de Chincha que es de magesd, donde auia 100 mil y más no ay oy 200. En la sierra donde es menos este año en los lugares más bien parados faltan la mitad; y en otros tres las partes; y también ay mucha cantidad de ellos despoblado de todo punto”

Otro documento de gran valor histórico sobre el maltrato y la condición de los peruanos es la carta de Juan Vázquez de Ávila, dirigió al Rey Felipe II, relatándole el tratamiento que recibían los nativos, tal como se evidencia en una parte de la epístola:

“…se espera cada día el remedio de V. M., el cual le es bien menester, ansi para los españoles, como para la reformación de los indios, porque V. M. sepa que si los indios del Pirú son tratados como yo los vi tratar en lo que estuve en el Pirú, V. M. no tiene vasallos naturales de hoy en diez años”…

El Rey Felipe II, dictó las providencias para su pronto remedio, aunque en la práctica nunca se cumplieron, porque en el fondo a nadie le importaba la situación y condición humana de los llamados “indios” del Perú. Solo los veían como tributarios y fuerza de trabajo regalada. He aquí, por ejemplo, un capítulo interesante de una Real Cédula enviada a fines del siglo XVI, al Arzobispo de Lima Toribio Alfonso de Mogrovejo[3].

 “Nos somos informados que en estas provincias se van acabando los indios naturales de ellas por los malos tratamientos que los encomenderos les hacen o que habiéndose disminuido tanto los dichos indios que en algunas partes faltan más de la tercera parte, se llevan las tasas por entero, que es de tres partes las dos más de lo que son obligados a pagar, o los tratan peor que esclavos, y como tales se hallan muchos vendidos y comprado de unos encomenderos a otros, y algunos muertos a coces, y mujeres que mueren y revientan con las pesadas cargas, y a otras a sus hijos las hacen servir en la granjerías y duermen en los campos, y allí paren y crían mordidos de sabandijas ponzoñosas y muchos se ahorcan, y otros se dejan morir sin comer, y otros toman yerbas venenosas, y hay madres que matan a sus hijos en pariendo, lo que dicen que lo hacen para liberarlos de los trabajos que ellos padecen…”

LA MITA MINERA.

La mita en la colonia fue el sistema más cruel y degradante que implementaron los españoles en el Perú, que provocó la total perdida de la condición y dignidad humana, y por ende la vertiginosa desaparición de humanos varones en general en todo el territorio de la Colonia. El trabajo en las minas constituyó la prueba más terrible a que fue sometido el indígena peruano. El obrero se vio expuesto a los más grandes peligros, a trabajar diariamente, durante todo el día en ambiente confinado y miserable de galerías subterráneas. El sistema primitivo de acarreo de minerales les causo enormes e irreparables estragos.

El médico e historiador peruano Juan Bautista Lastres (1935), en su libro “las enfermedades nerviosas durante el Coloniaje”, al tratar sobre el origen de las parálisis, se ocupa del laboreo en las minas, manifestando.

“Cuando los indios portando a cuesta la pesada carga del preciado metal, atravesaban los vericuetos subterráneos, oscuros, malolientes y de atmósfera pesada, se diría que franqueaban el mismo infierno. Era tan dura la tarea, que muchos de ellos sucumbían al esfuerzo muscular, víctimas del desfallecimiento cardiaco”.

Estas palabras de un estudioso hombre de ciencia, hallan respaldo insospechable en el Virrey Francisco de Borja y Aragón, Príncipe de Esquilache, (1615-1621) cuando exclama:

“… digo que es inmenso el trabajo que los indios padecen; y así ha demostrado la experiencia que se van acabando muy a prisa los repartimientos que entran a esta mina”

Se puede imaginar el daño que ocasionaba en su organismo a los obreros nativos al convivir con residuos de arsénico, plomo y mercurio. Nuestro notable cronista indígena Guamán Poma de Ayala, en su libro “Nueva Crónica y Buen Gobierno”, proporciona inagotable fuente de estudios de hechos que observó y graficó de forma directa, es allí donde encontramos una aterradora versión de la huida de los peruanos ante el fantasma de su reclutamiento para las minas.

“…..se ausentan de sus pueblos por no yr a las otras minas a padezer tormento y martirio, y por no padezer en aquel ymfierno aq’llas penas y tormento de los demonios y otros se huyen dellas minas por no morir, ante quieren yr a morir a biuir y dizen q’les acauen una uez porque en cogiendo el mal de azogado se seca como palo y tiene asma y no puede de día ni de noche uiuir y dura un año o dos desta manera y se muere….”

La descripción de Guamán Poma, es realista y nos confirma que el indígena peruano se había convertido en fugitivo dentro de su propia patria.

EL ACOHOLISMO.

El alcoholismo fue otro factor que atento contra la supervivencia del aborigen. Durante el incanato el licor empleado era la chicha. Los españoles la saborearon apenas ingresaron a los dominios del Inca. En las crónicas primitivas de la conquista hay sin número de referencias sobre esta bebida hecha con maíz germinado. La bebida estaba generalizada tanto para uso doméstico y ceremonial, además que existieron medidas restrictivas para castigar la embriaguez, hecho que está comprobado por multitud de documentos. En cambio, los españoles que introdujeron el aguardiente, de mayor contenido alcohólico que la chicha, la consintieron. El desbordamiento fue fatal. No era raro ver en las calles de cualquier pueblo o ciudad, a pobladores indígenas abandonados a su borrachera consuetudinaria, deprimidos, vencidos física y moralmente.

LA DESNUTRICIÓN CRÓNICA.

La alimentación del poblador peruano desde la implantación de la Colonia y Virreinato fue totalmente descuidada, los productos agrícolas por excelencia eran para la encomienda quedando para ellos solo migajas y sobras que no servía para alimentarse adecuadamente. Los españoles encomenderos y las autoridades exigían gran esfuerzo a los nativos en trabajos de construcción y acarreo de materiales, sobornándolos con alcohol y coca.  La coca fue un artículo medicinal y sagrado en el tawantinsuyo, pero por falta de buena alimentación se masificó su uso siendo indispensable al momento de trabajar obligado en largas y tediosas jornadas.

Salomón Ayala Pío, de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en un artículo de 2019, Síntesis histórica de estudios biosociales de la coca y la alimentación en Perú, 1948-1994, señala que.

“El uso de la coca estaba restringido a la esfera medicinal, religiosa y de la nobleza durante el Incanato; luego se promovió su uso indiscriminado con la llegada de los españoles cuando hubo disminución de la agricultura y de la incipiente industria ganadera, lo que resultó en empobrecimiento nacional. El coqueo, fue más practicado en actividades mineras y agrícolas intensivas. Durante el periodo republicano el cocaísmo de la región andina continuó casi en las mismas condiciones que en el virreinato. La masticación de coca, estimada casi una necesidad frente a las penurias de la vida del aborigen al mitigar el hambre y la fatiga, por sus efectos desfavorables fue considerada -con mayor énfasis en la década del cuarenta- como uno de los más importantes problemas médicos sociales del Perú” (Ayala, 2009).

Como podemos ver a la llegada de los españoles, con el caos y la destrucción de la arquitectura incaica, demoliendo sus cimientos, permitió a la masa indígena abalanzarse sobre la codiciada planta, convirtiéndola, por la pobreza emergente y la carencia de alimentos, en un artículo de primera necesidad.

LAS EPIDEMIAS Y ENFERMEDADES.

 A las epidemias corresponde pues una gran responsabilidad en el “retardo demográfico” del país. La ausencia de higiene y la importancia de la ciencia médica de aquella época para detener o cortar enfermedades de tan desastrosa mortalidad como la viruela, ocasionaron perjuicios al capital humano. Nosotros tenemos, gracias a la seguridad y eficiencia de la vacuna antivariólica, un concepto muy diferente sobre la agresividad de esta afección. En época de la Colonia, la viruela se constituyó en el más serio azote contra la vida del indígena.

La viruela fue importada al nuevo Mundo por un esclavo negro que formaba parte de la expedición de Pánfilo Narváez, quien llego a la América Central. En el Perú, afirma el doctor Graña, hizo su aparición durante el reinado de Huayna Cápac, en 1524, causando gran mortalidad, a tal punto que el propio Inca pereció víctima de ella.

Junto a la viruela se debe citar al sarampión, el tifus exantemático, la rabia, la gripe, entre otras, causantes de gran mortalidad entre los aborígenes.

En la obra del doctor Lastres “Las enfermedades nerviosas durante el Coloniaje”, a la que nos hemos remitido anteriormente, por los valiosos datos que encierra sobre el pasado de nuestra historia, encontramos párrafos tan elocuentes como este:

“La evolución biológica del pueblo aborigen, sufrió el rudo trauma psíquico y físico de la conquista, que convirtió la dominación en vasallaje, paralizando sus capacidades creativas”.

BIBLIOGRAFÍA

Ayala Pio, Salomón (2009) Síntesis histórica de estudios biosociales de la coca y la alimentación en Perú, 1948-1994 Lima-Perú. (Ayala, 2009)

Comisión Central del Censo CCC - Carlos E. Lassus Arévalo (1939) Los pobladores Indígenas del Perú a través de la Historia - Lima Perú. (CCC, 1939:)

Francisco Graña Reyes (1878 y 1959) Médico e investigador peruano, uno de los hombres más importantes de la primera mitad del siglo XX.  “La población del Perú a través de la historia” (1916). (Graña, 1916)

John V. Murra (2009) El mundo andino - población medio ambiente y economía- Lima Perú. (Murra, 2009)

Contreras Carranza, Carlos (2020) La crisis demográfica del siglo XVI en los andes: una discusión acerca de sus dimensiones y consecuencias - Pontificia Universidad Católica del Perú - Departamento de Economía - Lima Perú. (Contreras, 2020)


[1]   (Llerena, c. 1520 – Sevilla, 1554) Cronista español de Indias, autor de la Crónica del Perú (1553). Pedro Cieza de León pertenece a aquel genero de hombres que fueron a América como soldados y a los que el Nuevo Mundo convirtió en historiadores o geógrafos.

[2] Julio Cesar Tello Rojas (1880-1947), Medico y Arqueólogo indígena de Latinoamérica, padre de la arqueología peruana.

[3]  Toribio Alfonso de Mogrovejo y Robledo (1538-1606, fue eclesiástico español, santo de la iglesia católica, segundo arzobispo de lima, misionero y organizador de la iglesia católica en el Virreinato del Perú.