Los carnavales en Canchis, en el valle del Vilcanota, que se encuentra ubicado a 113 km de la ciudad del Cusco, en fechas de febrero se ejecutan con rituales de agradecimiento a la madre tierra “pachamama” a cargo de núcleos familiares urbanos y rurales. En cada uno de sus distritos (Marangani, Sicuani, San Pablo, San Pedro, Tinta, Combapata, Checacupe y Pitumarca), desde sus propias comunidades organizan coloridas danzas con atuendos típicos y regalos representativos para visitar a sus autoridades. La población joven, hombres y mujeres se buscan para que en medio de música y canticos caracteristicos cortejarse y enamorar.
En la capital de la provincia Sicuani acostumbran bailar la denominada “Yunza”. Una característica común a casi todos los lugares de la sierra es el ritual de la “yunza”, conocida como "umisha" en la selva y como "cortamonte" en la costa. Consiste en plantar artificialmente un árbol cargado de regalos, en torno al cual se baila hasta tumbarlo con los cortes de un hacha. La pareja que da el corte con el que se derriba al árbol queda emparentada y a cargo de la organización de la "yunza" del siguiente año. Los trajes en la “yunza” son en algunos casos de mestiza, otros típicos y ahora hasta modernos en el caso de los jóvenes y niños, además, acostumbran a estos trajes adornarlos con abundante serpentina, mistura y talco de colores.
En esta fiesta costumbrista que vive toda la población resalta la usanza tradicional donde los varones tocan sus bandurrias y las mujeres cantan curiosas canciones de insinuación amorosa y coqueteo, es un reto e intercambio de palabras entre varones y mujeres; la sabiduría y conocimiento ancestral afirma que todas estas manifestaciones que se vive en los carnavales de Canchis es un ritual hacia la fertilidad, productividad y bienestar.
© Guido Ancori Cervantes
