sábado, 2 de abril de 2022

MARIANO MELGAR Y LA REBELIÓN DEL CUZCO


Mariano Lorenzo Melgar Valdivieso nació en Arequipa el 10 de agosto de 1790. Sus padres fueron don Juan de Dios Melgar Sanabria y doña Andrea Valdivieso Gallegos. Durante sus estudios iniciales y superiores transitó del seminario de Arequipa a la facultad de leyes de Lima,  dedicándose con especial predilección a la poesía. Se enamora apasionadamente de la bella arequipeña María de los Santos Corrales Salazar, mejor conocida como “Silvia”, a quien él con gran pasión hizo referencia en sus famosos yaravíes de la cual destaca “Carta a Silvia” donde expresa sus más fervientes sentimientos y su sufrimiento por la que considera el gran amor de su vida. En aquella época Melgar también había empezado a mostrar interés en temas políticos, es así, que impulsado por sus ideales, Mariano persuade a sus padres para ir a estudiar leyes a la capital Lima.

A su retorno a Arequipa, se convence de su imposible amor por “Silvia”, aferrándose entonces a sus nobles ideales por la patria, sentimiento que había nutrido en círculos intelectuales de patriotas en Arequipa y Lima. Para el poeta  su amada y su patria eran parte de un mismo sentimiento: “Por Silvia amo mi Patria con esmero /Y por mi patria amada a Silvia quiero”.

Melgar, decide retirarse al valle de Majes, y a finales de 1814, decide enrolarse en el ejército del brigadier Mateo García Pumacahua, quien lideraba la columna principal del ejército independentista, rebelión que había emergido desde el Cuzco, con Pumacahua y los hermanos Angulo. Dejando su retiro en Majes, viaja a Chuquibamba para unirse oficialmente a la columna rebelde para luego junto a ellos partir hacia la ciudad de Arequipa.

Sucede que en 1814, la rebelión de los hermanos Angulo y Mateo Pumacahua ocupo el sur del Perú, lo cual irrumpió la aparente tranquilidad del virreinato español en el Perú. Tras ganar el Combate de Apacheta en Arequipa, el ejército independentista liderado por Pumacahua, marchó hacia Puno, donde en la batalla de Umachiri, el 11 de marzo de 1815 fueron derrotados. Los realistas condados por el General Juan Ramírez, hicieron prisioneros a los líderes rebeldes Vicente Angulo, Mariano Melgar, Nolberto Dianderas, entre otros, fusilándolos a los dos últimos luego de un juicio sumario, al día siguiente en el mismo campo de batalla, para inmediatamente perseguir a Pumacahua, quien había logrado retirada con dirección a Cuzco.

El 17 de marzo de 1815, Mateo Pumacahua fue alcanzado y capturado en la localidad de Marangani, luego conducido a Sicuani (Cuzco), donde fue condenado a la horca por un tribunal militar, para luego su cuerpo ser decapitado y como “escarmiento”, su cabeza enviada al Cuzco y su brazo derecho exhibido en el Arco colonial de aquella plaza.

Vicente Angulo, luego de la derrota de Umachiri, fue conducido al Cuzco, donde fue sometido a juicio y condenado a muerte junto con sus hermanos Mariano y José.

En la plaza principal de Sicuani, se encuentra el monumento a Mateo Pumacahua, gestionada por autoridades y familias arequipeñas que se instalaron en la prospera ciudad de Sicuani desde la última década del siglo XVIII entre los años de 1890-1900. El monumento a Pumacahua fue encargado para su elaboración a través de un comité cívico desde 1912, con motivo de conmemorarse el centenario de la Rebelión del Cuzco y como testimonio de las luchas independentistas que tuvieron lugar en el sur del Perú.

©Guido A. Ancori Cervantes

No hay comentarios:

Publicar un comentario