En un homenaje y recuerdo a Túpac
Amaru, no pueden faltar las cartas y correspondencia que evidencian
del pensamiento y propósito de la rebelión, estas deben ser adecuadamente interpretadas
para otorgarle a los hechos y sus protagonistas el auténtico valor emancipador y
patriótico.
Fragmento:
. . . Este maldito y viciado reparto nos ha
puesto en este estado de morir tan deplorable con su inmenso exceso. Allá a los
principios por carecer nuestra provincia de jéneros de Castilla y de la tierra,
por la escasez de los beneficios conducentes, permitió S.M. a los correjidores
una cierta cuantía con nombre de tarifas para cada capital y que se
aprovecharan sus respectivos naturales, tomándolos voluntarios, lo preciso para
su aliño en el precio del lugar; y porque había diferencia en sus valuaciones
se asentó precio determinado para que no hubiese socapa en cuanto a las reales
alcabalas. Esta valuación primera la han continuado hasta ahora, cuando de
mucho tiempo a esta parte tenemos las cosas baratas. De suerte que los géneros
de Castilla que han cojido por montón, y lo mas ordinario que están a dos o
tres pesos, nos amontonan por violencia por diez o doce pesos; el cuchillo de
marca menor que cuesta un real, nos dan por un peso: la libra de fierro mas
ruin a peso: la bayeta de la tierra de cualquier color que sea no pasa de dos
reales, y ellos nos la dan a peso. Fuera de este nos botan alfileres, agujas de
Cambray, polvos azules, barajas, anteojos, estampitas y otras ridiculeces como
estas. A los que somos algo acomodados, nos botan fondos, terciopelos, medias
de seda, encajes, hebillas, ruan en lugar de olanes y cambrayes, como nosotros
los indios usáramos estas modas españolas, y luego a unos precios
exhorbitantes, que cuando llevamos a vender no volvemos a recoger la veintena
parte de lo que hemos de pagar al fin: si nos dieran tiempo y treguas para su
cumplimiento fuera soportable en alguna manera este trabajo; porque luego que
nos acaban de repartir aseguran nuestras personas, mujeres, hijos y ganados,
privándonos de la libertad para el manejo. De este modo desamparamos nuestras
casas, familias, mujeres e hijos y obligadas de necesidad se hacen prostitutas;
de donde nacen los divorcios amancebamientos públicos, destrucción de nuestras
familias pueblos, por andar nosotros desertados y luego se atrasan nuestros
reales tributos porque no hay de donde ni como podamos satisfacer…
José Gabriel Túpac Amaru - Tinta y marzo 5 de 1781.
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