sábado, 16 de abril de 2016

Carta de Albano Quinn Wilson

MIS TREINTA AÑOS EN SICUANI

Albano Quinn Wilson (+) O. Carmelita
Junio del  2009


Con motivo de la celebración de las Bodas de Oro de la Prelatura de Sicuani, quisiera enviar un saludo muy fraterno y cariñoso a todas mis hermanas y hermanos en la fe de las provincias de Chumbivilcas, Espinar, Canas y Canchis. Mi Salud no me permite que vuelva a la altura, así es que no voy a poder estar presente en las celebraciones.

El 06 de junio de este año voy a cumplir 60 años de mi ordenación sacerdotal. He pasado casi la mitad de estos años en la prelatura de Sicuani. Doy gracias a Dios por esos años y especialmente por los años que pase entre ustedes (1970-2000).

Nunca puedo olvidarme de la gente tan buena de las cuatro provincias, tanto en las comunidades campesinas como en los centros urbanos. La gente siempre recibía a su pastor (obispunchis) con tanta alegría, compartiendo lo poco que tienen. Y tan dispuesta a recibir la palabra de Dios. Para mí ha sido motivo de profundizar mi fe y de llevar la Buena Nueva del Señor a mis hermanos y hermanas.

Tuve la gratísima experiencia de participar en la vida de la Iglesia Sur Andina. Vivíamos una verdadera fraternidad eclesial. Los prelados, los misioneros laicos, los religiosos y religiosas y sacerdotes nos sentíamos muy unidos en la búsqueda de servir a nuestros pueblos en el nombre del Señor. Tratábamos de seguir el ejemplo de Jesús y de acoger la orientación de la iglesia de Vaticano II y de Puebla. Pasamos mucho tiempo estudiando y revisando nuestra pastoral. Gracias al Instituto de Pastoral Andina (IPA) pudimos reunirnos y escuchar a especialistas y a otros expertos en las costumbres, la religiosidad y la cultura de nuestro pueblo. Buscamos una iglesia identificada con nuestro pueblo, en su mayoría un pueblo que vive en condiciones infra-humanas y victima de toda clase de injusticias. El Reino de Dios, que comienza en el aquí y ahora, es un Reino de justicia, de fraternidad y de paz. La Iglesia es el comienzo y “la levadura en la masa” en la construcción del Reino de Dios en este mundo.

Para terminar, quisiera recordar al primer pastor de la Iglesia de Sicuani, Mons. Nevin Hayes (1959-1970). El tuvo que retirarse por motivos de salud y falleció el 12 de julio de 1988.

Que Dios bendiga siempre a los hermanos y hermanas, con su Pastor, de la Iglesia de Sicuani para que sea “fermento en la masa” hacia una sociedad más conforme a la Voluntad de Dios, bajo la protección de la Virgen del Carmen, patrona de la Prelatura.          


Publicado por: Guido Ancori Cervantes 2010

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