Cuando recorremos los pueblos del ande, especialmente en los de Canchis, en el valle del Vilcanota, que es una provincia de Cusco, se puede observar y encontrar todavía estos pintorescos paisajes, únicos por su naturaleza de arquitectura serrana y mestiza de estructuras de amplio adobe y piedra, hechas a mano por los propios pobladores del lugar, son tan hermosas que sugieren emerger de la propia naturaleza como un regalo para sus hijos. Es una lastima que muchos de estas viviendas rurales generalmente de colores terrosos y pintadas en blancas fachadas para la fiesta, estén despareciendo y otros se encuentren en mal estado, como si se tratara de una especie biológica que por el avance de la "modernidad" y la tecnología se encuentren en proceso de extinción y estén siendo remplazados por la horrible calamina y el frió cemento gris, que a pesar de algunos pobladores que tratan de imitarlos no lo consiguen porque creemos que el cemento, el acero y la calamina, no son parte del alma del hombre del ande. Quien sabe observar, a su paso y recorrido por estos bellos y hermosos parajes de Canchis, se encontrara con la belleza de estas "casitas" blancas o marrones, muy originales que expresan la relación del hombre con la naturaleza... En otros lugares de Cusco, gente que dice ser cusqueña y otra extranjera, con criterios absurdos, erigen casas y poblados imitando nuestra arquitectura andina, logrando tan solo una mezcla caótica de elementos extraños entre rústicos y modernos, y que creo provienen de todas las partes del mundo, terminan solo logrando un paisaje tan desagradable y de mal gusto a simple vista.
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