viernes, 11 de octubre de 2024

Orden del día para cuando yo me muera - Luis Nieto Miranda

 



Luis Nieto Miranda es sin duda uno de los más destacados poetas peruanos del siglo XX. Quince son los poemarios que publicó en vida y varios los que dejo inéditos. Esta basta producción nos muestra a un poeta que transita por varios registros, desde la poesía combativa, de compromiso con las luchas de los desposeídos, hasta su celebrada poesía cholista, de exaltación del espíritu pueblerino y reafirmación de la pujanza y vitalidad de la cultura mestiza.


ORDEN DEL DÍA PARA CUANDO YO ME MUERA

 

Yo no soy solo un hombre.
Soy una batalla.
Walt Whitman

 

Que una gran tempestad de alas rebeldes
alborote los cielos y la tierra
y que locas se vuelvan las campanas
el día que me muera.
 
Que haya flor de pena ni pañuelos
pero eso si clarines y banderas;
que al pie de un árbol beban mis amigos
cuando por fin me muera.
 
Que brigadas de cóndores guerreros
anuncien que he caído a mi manera,
y que las lindas mozas que me amaron
deshojen sus canciones cuando muera.
 
Que el cielo se ilumine de blasfemias
y caigan derribadas las estrellas;
que griten las fogatas en las cumbres
y la noche sea una inmensa hoguera.
 
Que una ronda de quenas me salude
y bramen las zampoñas prisioneras;
que un clamor de pututos en los andes
me hagan guardia de guerra.
 
Quiero que me acompañen las guitarras
en loco carnaval de marineras
y quiero oír de los charangos cholos
carcajadas fiesteras.
 
Quiero morir como he vivido siempre
combatiendo y de pie en plena refriega.
Y así después de muerto seguir siendo
un fusil centinela.
 
El día que un poeta muere, oídme:
¡puños en alto sobre las cabezas!
Que desfilen los pobres y a su paso
hagan temblar la tierra.
 
Cuando me estéis llevando, camaradas,
quiero escuchar y por la vez postrera,
la marcha fúnebre de Lenin, y eso
me hará feliz la eternidad entera.
 
No quiero llanto amigos. En mi tumba
nada de rezos, quejas ni violetas.
Que una siembra de risas y palomas
crezca en enredaderas.
 
Que me evoquen con versos y canciones
con mis himnos de amor y de pelea;
que la lagrima se convierta en grito
y el sollozo en blasfemia.
 
Quiero morir cantando una mañana
que estén de pie los pobres de la tierra.
¡Que me entierren entonces y me envuelvan
en la ovación de mil rojas banderas!
 
Luis Nieto Miranda
17/03/1943